Hoy lunes vuelvo a la carga con otro alimento que he descubierto hace muy poco, la chirivía.
La chirivía es una hortaliza que se parece mucho a la zanahoria, tanto en la forma como en el sabor aunque la chirivía tiene un sabor mucho más intenso y más anisado. Es conocida como zanahoria blanca, apio de campo o pastinaca.
Antes de que la papa o patata llegaran a Europa, la chirivía ocupaba su lugar en las cocinas.
No precisa sol para crecer con lo que nace en abundancia en lugares fríos y donde tiende a haber heladas.
Es un alimento que se usa poco en nuestras cocinas, al menos en la mía y es difícil de encontrar aunque gracias a la globalización ahora es mucho más fácil encontrarla y aunque no la tengas normalmente en las fruterías, si se la pides al frutero seguramente no tenga problema en traértelas del almacén de frutas de donde se abastezca.
Se puede comer tanto cruda como cocinada. La forma de cocinarla es similar a la de la zanahoria o la patata. Se puede cocer y también se puede hornear. Acompañar una carne al horno con unas chirivías también horneadas es una auténtica delicia!
Al igual que hice con el apionabo en su día, os animo a ir introduciendo en vuestra dieta éstos alimentos porque son muy saludables y muy sabrosos. Tienen un bajo contenido calórico, ayuda a eliminar la retención de líquidos y alivia las digestiones pesadas, ¿qué más se puede pedir?
Y tú, ¿ya conocías la chirivía?

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