Con los nervios a flor de piel, así me siento a una semana de comenzar mi curso de cocina básica en Le Cordon Bleu 😀
Para ir calentando motores me he propuesto retomar el libro de Julia Child, El Arte de la Cocina Francesa, del que salí espantada la primera vez que lo abrí porque no entendí la elaboración de la mayoría de las recetas que se detallan en él.
Sí, lo sé, muchos lo consideráis un libro de cabecera y explicado de forma fenomenal pero se ve que yo soy corta a la hora de leer éstas recetas y es que te enlaza una con otra y yo me vuelvo loca.
Seguramente es porque cuando estoy en la cocina de mi casa no tengo los cinco sentidos puestos porque mientras cocino voy poniendo la lavadora o tendiendo la ropa, o poniendo el lavavajillas o fregando a mano o prestando atención a mis hijas si andan pululando por la casa o varias cosas a la vez :S
En fín, que éste fin de semana, con el subidón de la presentación del curso en Le Cordon Blue me decidí y me senté con el libro a leer detenidamente la receta que iba a preparar.
Lo primero centrarme en lo que tenía en el frigorífico y allí encontré unas deliciosas pechugas de pollo enteras, listas para darles un buen uso en la cocina 😀
Podía haber comenzado por preparar unas simples pechugas de pollo a la nata, la primera receta que aparece en el libro en lo referente a pechugas de pollo pero como me gusta complicarme la existencia…
He intentado explicarlo de la mejor manera posible, espero que lo entendáis bien 😉
Por cierto, el sabor me ha recordado al pollo strogonoff
 
Nivel de dificultad: medio
Tipo de receta: Segundos
Tiempo de preparación: 30 minutos
Nºcomensales: 4
Ingredientes:
1 litro de agua (para blanquear la cebolla);
150 gr. de cebolla blanca bien picada;
75 gr. de mantequilla;
1 cucharada de pimentón;
sal
4 supremas de pollo (2 pechugas partidas por la mitad);
60 ml. de caldo;
60 gr. de oporto, madeira o vermut blanco seco;
200 ml de nata para montar;
sal;
pimienta;
zumo de limón;
perejil
Además necesitaremos:
Una cacerola, cazuela o sartén con tapadera que podamos meter al horno;
papel de hornear;
un batidor de mano
Preparación:
Precalentamos el horno a 210º
1. Comenzamos blanqueando la cebolla, para ello, echamos el agua en la cacerola y cuando comience a hervir añadimos la cebolla. Dejamos 1 minuto al fuego.
2. Sacamos la cebolla y la remojamos en agua fría. Escurrimos.
3. En la misma cacerola bien seca añadimos la cebolla, la mantequilla, el pimentón y la sal y la dejamos a fuego lento 10 minutos, hasta que se vea traslúcida, pero no dorada.
4. Frotamos las pechugas con un poco de zumo de limón y las añadimos a la cacerola. Colocamos el papel de hornear encima frotado con mantequilla y las metemos al horno con la cacerola tapada. Horneamos 6 minutos, calor arriba y abajo.
Pasado el tiempo comprobamos que las pechugas están bien cocinadas presionando con el dedo. Si están elásticas están en su punto.
5. Sacamos la cacerola del horno y retiramos las pechugas. Dejamos la cebolla en la cacerola y sobre ésta echamos el caldo y el vino y lo dejamos hervir hasta que tenga una consistencia de punto de jarabe, veremos que hace unas grandes pompas.
6. Añadimos la nata y ponemos el fuego bien fuerte. Removemos con ayuda de un batidor hasta que veamos que espesa.
7. Retiramos del fuego y añadimos unas gotas más de limón al gusto. Regamos las supremas de pollo con la salsa, espolvoreamos con perejil y servimos.

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